El conjunto azulgrana revivió en la eliminatoria de Champions con el gol de Toni Duggan. Hasta entonces, el BIIK Kazygurt había conseguido un 3-0 sorprendente y en apenas 15 minutos. El tanto de Gabella en el descuento del primer acto hizo mella en una plantilla, la de Fran Sánchez, que no pudo reponerse de inmediato y por poco lo paga caro. Con el tanto de la delantera inglesa, el FC Barcelona se abona a la remontada en el Mini Estadi. Primera vida, primer ‘match ball’, que gastan las catalanas en Europa.
Muchas son las expresiones que se podrían utilizar en el día de hoy para hacer un análisis rápido y concreto de lo que aconteció esta mañana en Kazajistán. El FC Barcelona, favorito por plantilla y trayectoria, cerca estuvo de firmar un resultado preocupante y sorprendente. Pese a que las azulgranas comenzaron el duelo con dominio y ocasiones, con su triplete ofensivo muy activo, las locales fueron, con el paso de los minutos, ganado presencia sobre el verde.
Las constantes interrupciones en el juego, por golpes y acciones de carácter deportivo, propiciaron un descuento de 6 minutos y que el BIIK Kazygurt aprovechó para adelantarse en el marcador. Un gol psicológico, por el momento y las circunstancias, ya que fue considerado como fantasma, que afectó mucho a las de Fran Sánchez. Tanto fue así que las kazajas, nada más volver de vestuarios, volvieron a marcar para distanciarse por 2-0, un resultado que haría saltar todas las alarmas minutos más tarde, con el doblete de Gabella, a la hora de partido.
Tocaba reacción, carácter y espíritu para reponerse. Las catalanas recuperaron el pulso al partido y fueron regenerando su juego hasta que Toni Duggan, en el segundo palo, acercó a las suyas con un gol que, sin duda, tendrá su trascendencia directa en una eliminatoria de dieciseisavos de final de la UEFA Women’s Champions League en la que el FC Barcelona tendrá que abonarse a la épica en el Mini Estadi.