España cayó con honor ante la temible Estados Unidos en un ejercicio de fe y, sobre todo, de buen hacer en el campo. Solo dos tantos de penalti de Rapinoe, el segundo de ellos muy, muy, pero que muy dudoso, apartaron a las de Vilda de la mayor gesta de la historia del fútbol femenino español. España se despide así de un Mundial en el que el crecimiento ha sido bárbaro (Foto: Marca).
Era un imposible en teoría pero a base de trabajo, convencimiento y entrega, la selección española llegó a soñar con un histórico pase a cuartos de final del Mundial de Francia ante un combinado que ha llegado siempre a semifinales de los mundiales, ha ganado tres, defiende corona, y que es campeón olímpico en cuatro ocasiones.
Se esperaba que el ritmo de juego, muy por encima del español, de las estadounidenses hicieran daño desde el comienzo del choque y ese era el objetivo de las de Vilda, capear el temporal de los primeros veinte minutos para ver hasta dónde podían llegar en una lucha tan desigual.
Fue en el minuto 6 cuando Estados Unidos se puso por delante gracias a un penalti cometido por Mapi y transformado por Rapinoe. Justo lo que no se quería había sucedido, pero lejos de bajar los brazos, España le hizo el primer gol en este Mundial a las americanas apenas cinco minutos después, cuando la alta presión de Lucía puso en problemas a Naeher y a Sauerbrunn. Jenni Hermoso aprovechó el regalo e hizo un gol estratosférico para hacer el momentáneo e histórico 1-1.
A partir de ahí, Estados Unidos comenzó a manejar el ritmo de juego, a utilizar todas sus virtudes físicas y técnicas, pero el entramado defensivo español fue minando la moral de unas jugadoras que se veían muy favoritas y que veían como al intermedio se iban empatando el cruce de octavos de final.
Sin Vicky desde el minuto 30, sustituida por Nahikari tras recibir un fuerte golpe al cuarto de hora de juego, y con cambio táctico incluido, las de Vilda fueron creciendo más y más hasta el punto de desesperar a las americanas. Con Irene Paredes y Mapi León como dos gigantes en el centro de la zaga, Corredera dejándose el alma y Lucía haciendo daño en cada aparición, España llegó a ser incluso mejor que su rival superada la hora de juego, pero todo se complicó con la decisión de la árbitra Katalin Kulcsar, que señaló como penalti un toque ligero de Torrecilla a Lavelle. A pesar del toque, es evidente que no es una acción como para que la atacante americana cayera al césped de manera tan forzada. Y mientras más repeticiones se veían, más evidente era. La colegiada fue al monitor a comprobarlo, pero no cambió su decisión. Ni con el VAR.
De nuevo fue Rapinoe la que batió a Paños desde los once metros en el minuto 75 haciendo de esta manera el 1-2 definitivo. De ahí en adelante fue un quiero y no puedo de las españolas. Con Andrea Falcón y Mariona como revulsivos, España lo intentó pero la veteranía en estas competencias de Estados Unidos imposibilitó la igualada.
Solo queda reconocer el esfuerzo y la imagen mostrada por una selección que ha enganchado, ojalá que de manera definitiva, a todo un país. Sandra Paños, Lola Gallardo, Mariasun Quiñones, Irene Paredes, Marta Corredera, Leila Ouahabi, Ivana Andrés, Marta Torrejón, Celia Jiménez, Mapi León, Andrea Pereira, Amanda Sampedro, Aitana Bonmatí, Patri Guijarro, Virginia Torrecilla, Alexia Putellas, Vicky Losada, Silvia Meseguer, Jenni Hermoso, Andrea Sánchez Falcón, Lucía García, Nahikari García y Mariona Caldentey. Jorge Vila, Montse Tomé, Kenio Gonzalo. Gracias por llevar el fútbol femenino hacia donde se merece.